Entre los hielos eternos y las profundidades marinas de la mitología inuit, existen historias fascinantes de dioses y seres sobrenaturales. Sedna, conocida como la madre del mar, y su padre Anguta, el dios del inframundo, son figuras clave en el riquísimo folklore esquimal. La historia de estos seres es un tejido de mitos, naturaleza y cultura, fundamentales para comprender la cosmovisión de los pueblos inuit.
Esta narrativa ancestral no solo sobrevive en el relato oral; también se refleja en el cielo nocturno y en prácticas culturales que perduran hasta nuestros días. Explorar estas leyendas es abrir una ventana a un mundo místico, donde la naturaleza y lo sobrenatural confluyen de manera única.
¿Quién es Sedna?
En el panteón de los inuit, Sedna destaca como una figura central. A menudo la describen como la poderosa gobernante de los mares, una deidad femenina que refleja la importancia de los recursos marinos en la supervivencia de los pueblos árticos. Sedna no solo es venerada, sino que también se le teme, ya que de su ánimo depende la abundancia de las criaturas del océano.
Los inuit creen que las ofensas a Sedna pueden resultar en hambrunas y temporadas de escasez, por eso realizan rituales y cantos para aplacarla y asegurar que sean liberadas las almas de las criaturas marinas para su caza. La influencia de Sedna es tan significativa que no solo afecta a la vida cotidiana, sino que también se encuentra enraizada en la estructura espiritual de los inuit.
La figura de Sedna es también un símbolo de resistencia y transformación, ya que su historia es una de tragedia y triunfo sobre la adversidad, convirtiéndose en la fuente generadora de vida en el implacable mar ártico.
La leyenda de Sedna y su transformación en diosa
La historia de Sedna se narra con variantes según la comunidad que la relata, pero comparten elementos comunes. Tradicionalmente, se cuenta que Sedna fue engañada y llevada al mar por un pretendiente que no era lo que aparentaba. Al descubrir la verdad, su padre Anguta intentó rescatarla, pero en el caos de la tormenta, en un acto de supervivencia o ira, la arrojó al agua. Al agarrarse a la canoa, Anguta corta sus dedos, que se transforman en las criaturas del océano, y Sedna desciende finalmente a las profundidades, donde se convierte en la soberana de Adlivun, el mundo subacuático.
Las versiones varían desde su seducción por un cazador embaucador hasta su vida en una isla aislada. Pero el denominador común es la transformación trágica de Sedna en la diosa marina, un ser poderoso que, desde el fondo del mar, controla la fortuna de los cazadores y la vida en la tundra.
Esta narrativa no solo es una explicación mítica de la procedencia de los animales marinos, sino que también es una lección sobre las consecuencias de las decisiones y las realidades del mundo esquimal, donde el engaño y la supervivencia son elementos cotidianos.
Anguta, el dios del inframundo y padre de Sedna
Anguta ocupa un lugar destacado en la mitología inuit como el dios del inframundo. Su rol en la historia de Sedna es fundamental, ya que es él quien, de una u otra manera, conduce a su hija hacia su fatídico destino. Anguta representa la figura paterna que, con sus decisiones, cambia el curso de la historia, dando vida a uno de los mitos más impactantes de la cultura inuit.
Conocido también como el «Recolector de los muertos», Anguta es el responsable de llevar las almas al inframundo, Adlivun, donde espera Sedna. Pero la relación entre Anguta y su hija es compleja, ya que, según algunas versiones, fue él quien la mutiló, convirtiéndola en la figura que es hoy día.
Algunos relatos hablan de la culpabilidad y el dolor de Anguta después de causarle tal mal a su hija, matices que reflejan la profundidad de las emociones y la moralidad inuit, donde los actos tienen consecuencias espirituales tanto como físicas.
Rituales y creencias en torno a Sedna
La veneración a Sedna está intrínsecamente ligada a rituales inuit que buscan mantener el equilibrio entre el mundo humano y el natural. Los cazadores inuit realizan ceremonias antes de la caza para apaciguar a Sedna, asegurando que el mar sea generoso con ellos. Estos rituales son de gran importancia, ya que se cree que Sedna retiene los espíritus de los animales marinos en su cabello, y sólo liberándolos pueden ser cazados.
En algunos rituales, un chamán intercede ante Sedna, descendiendo espiritualmente al fondo del mar para peinar su enredado cabello, donde residen las almas de las criaturas marinas. Este proceso es un acto de reconciliación y purificación, que simboliza el deseo de la comunidad de mantener una relación harmoniosa con el mar y sus seres.
Además de los rituales chamanísticos, existen celebraciones estacionales que honran a Sedna, marcando periodos de caza y pesca. Estos ritos reflejan la profunda dependencia de los inuit del bienestar de su entorno, una conexión que se extiende más allá de lo físico para abrazar lo espiritual.
Diferentes versiones de la leyenda de Sedna
Al tratarse de una tradición oral, es natural que la historia de Sedna y Anguta presente diversas interpretaciones. Algunas narrativas se centran en la traición y el engaño sufrido por Sedna a manos de figuras masculinas, mientras que otras enfatizan la relación entre padre e hija y las desgarradoras decisiones tomadas en situaciones límite.
Una versión narra que Sedna, desesperada por escapar de su destino, se aferra a los costados de la canoa, pero Anguta, en un acto de supervivencia o desesperación, corta sus dedos, que caen al mar y dan origen a ballenas, focas y otros mamíferos marinos. Así, la mutilación de Sedna da vida a los seres que sustentan a los inuit.
Otra interpretación sugiere que la transformación de Sedna fue un acto de empoderamiento donde, a pesar de las traiciones y las heridas, ella emerge como una fuerza dominante y protectora del mundo marino.
Resulta fascinante cómo la flexibilidad de la leyenda permite a cada comunidad encontrar en ella un espejo de sus valores y enseñanzas, haciendo de la historia de Sedna un mito vivo y evolutivo dentro de la cultura inuit.
Sedna en la astronomía: el objeto transneptuniano
La influencia de Sedna alcanza incluso el campo de la astronomía, donde un objeto transneptuniano ha sido nombrado en su honor. Este objeto celeste, descubierto en 2003, es uno de los cuerpos más lejanos conocidos dentro de nuestro sistema solar y lleva el nombre de «90377 Sedna».
Al igual que la diosa del mar inuit, este objeto es misterioso y distante. Su órbita inusual alrededor del sol recuerda la naturaleza errática de la leyenda de Sedna, y su descubrimiento ha generado tanto asombro como preguntas sin respuesta entre los científicos.
La elección de este nombre para un cuerpo celeste ilustra cómo la mitología puede cruzarse con la ciencia, y cómo historias milenarias siguen influyendo en nuestra manera de ver y entender el universo.
A continuación, se presenta un video que profundiza en la fascinante mitología inuit y la historia de Sedna:
Preguntas relacionadas sobre Sedna y Anguta en el folklor inuit
¿Quién es la diosa Sedna?
Sedna es la diosa del mar en la mitología inuit, una figura venerada y temida. Su historia refleja los valores, temores y la conexión profunda con el entorno que tienen los inuit. A través de Sedna, se explican la procedencia de los animales marinos y la importancia de la armonía entre los seres humanos y la naturaleza.
En la cultura inuit, Sedna es el vínculo entre el mundo espiritual y la vida cotidiana, un recordatorio constante de que cada acción tiene consecuencias que trascienden lo inmediato y pueden afectar el delicado balance de la vida en la tundra.
¿Cuál es el significado de Sedna?
El significado de Sedna va más allá de su papel como creadora de los animales marinos. Sedna simboliza la resiliencia frente a la adversidad, la transformación y el poder femenino dentro de un contexto difícil y a menudo dominado por figuras masculinas.
Para los inuit, Sedna también es un recordatorio de la necesidad de respetar las leyes naturales y la importancia de realizar rituales de reconciliación y purificación para mantener una relación saludable con el medio ambiente.
¿Cuál es el dios de la vida?
Anguta es conocido como el «Recolector de los muertos» en la mitología inuit, pero su papel va más allá de ser un simple dios del inframundo. En su complejidad, es también un dador de vida a través de su relación con Sedna y la creación de las criaturas marinas.
La dualidad de Anguta como figura de muerte y vida refleja las creencias inuit sobre el equilibrio y el ciclo continuo de la existencia, donde la muerte es tan importante como la vida en la perpetuación y el bienestar de la comunidad.
La mitología inuit, con sus dioses y leyendas, nos ofrece una perspectiva única sobre cómo los seres humanos han intentado darle sentido a su mundo. Anguta y Sedna son ejemplos poderosos de cómo las historias y creencias pueden moldear la identidad de un pueblo y permanecer relevantes a través de generaciones. Estas narrativas son un legado cultural que nos conecta con la sabiduría y la experiencia de nuestros ancestros, mientras seguimos explorando las profundidades de nuestro mundo y más allá, en el vasto espacio celeste.
Profesora numeraria del programa Paideia en Rodas, Grecia. Como greco-americana sentí una fuerte conexión con mi historia al entrar en contacto con mi herencia helénica.