Tsukuyomi es el dios japonés de la luna y el esposo distante de la diosa del sol Amaterasu. Una deidad orgullosa pero violenta, su asesinato de Uke Mochi y la consecuente separación de su esposa fueron los orígenes del día y la noche.
Tsukuyomi-no-Mikoto es el dios japonés de la luna, una orgullosa deidad del orden y la belleza. El esposo distante de la diosa del sol Amaterasu, Tsukuyomi pasa la eternidad persiguiéndola por el cielo.

Etimología
Tsukuyomi, a veces llamado Tsukuyomi-no-Mikoto (el gran Dios Tsukuyomi), se presenta como 月読尊, o simplemente 月読 en Kanji. Este nombre se traduce directamente a «lectura de la luna», una práctica popular en las cortes nobles del Japón premoderno donde las fiestas se quedaban despiertas toda la noche mirando la luna y leyendo poesía.
Una lectura alternativa de Kanji es tsukuyo, luz de la luna, y mi, mirar. A veces se le llama Tsukuyomi Otoko (月讀壮士) o Tsukuhito Otoko (月人壮士), que significa «hombre que lee la luna».
Atributos
Tsukuyomi es muy compatible con su esposa Amaterasu. Hermoso y sereno, cree en el orden y la etiqueta y los hace cumplir siempre que puede. Su aplicación de tales ideales se extiende hasta el punto de que está dispuesto a matar para mantener el orden, a pesar de que matarse es una violación de la etiqueta en la corte celestial.
Por lo tanto, hay ironía en la estricta adherencia de Tsukuyomi a la etiqueta: para hacerla cumplir, está dispuesto a romperla.
Aunque la luna es a menudo considerada como hermosa y digna de ser vista, el mismo Tsukuyomi es visto como una figura negativa en el folklore sintoísta y japonés. Sin embargo, esto no le impide tener santuarios, como el de Matsunoo-taisha en Kyoto.
Familia
Tsukuyomi y sus hermanos Amaterasu y Susanoo nacieron del ritual de purificación al que se sometió Izanagi tras sus pruebas en Yomi.
Tsukuyomi se casó con su hermana Amaterasu, aunque no está claro si es el padre de sus hijos. Según algunas interpretaciones, Tsukuyomi puede ser el antepasado de la Familia Imperial Japonesa; sin embargo, no es una creencia muy extendida.
Mitología
Las apariciones de Tsukuyomi en la mitología japonesa son breves, pero importantes.
Orígenes
Izanagi, al no haber devuelto a su esposa de Yomi, la Tierra de los Muertos, colocó una piedra en su entrada para evitar que se escapara. Empapado en las impurezas de Yomi, Izanagi buscó purificarse en una fuente termal cercana. Mientras se lavaba los ojos y la nariz, nacieron tres kami : Amaterasu de su ojo izquierdo, Tsukuyomi de su derecho, y Susanoo de su nariz. Izanagi etiquetó a estos tres dioses como los más importantes de los kami y decretó que gobernarían los Cielos.
Juntos, los hermanos subieron al Pilar Celestial y gobernaron los Cielos. Tsukuyomi se casó con su hermana Amaterasu, y gobernó como su consorte.
La muerte de Uke Mochi
Uke Mochi, la diosa de la comida, celebró una gran fiesta. Aunque fue invitada, Amaterasu no pudo asistir y envió a su consorte, Tsukuyomi, en su lugar.
Observó cómo Uke Mochi comenzó a crear el festín, pero encontró que sus métodos eran increíblemente repulsivos.
Escupió pescado, arroz y ciervo de su boca antes de sacar comida de sus otros orificios. Tsukuyomi estaba tan horrorizada por sus acciones que la mató en ese momento.
Cuando llegó la noticia a Amaterasu, se horrorizó y etiquetó a su marido como un kami malvado , indigno de volver a los Cielos.
Esta separación de Tsukuyomi y Amaterasu fue el origen del día y la noche.
Durante toda la eternidad, Tsukuyomi seguirá persiguiendo a Amaterasu a través del cielo nocturno sin llegar nunca a ella; incluso durante un eclipse, el sol saldrá corriendo de la luna.
Otra mitología
Como un raro dios de la luna en un mundo lleno de diosas de la luna, Tsukuyomi es relativamente único.
Aunque su posición en la mitología no es totalmente única -el egipcio Khonshu, el nórdico Mani, el hindú Chandra y el chino Jie Lin son sus iguales-, la prominencia de Tsukuyomi como antiguo rey consorciado del cielo es inigualable.
Cultura pop
El tsukuyomi aparece en la cultura popular de varias formas, entre ellas:
- En Naruto, donde Tsukuyomi es una poderosa técnica utilizada por los poseedores del Sharingan, en contraposición a la técnica de Amaterasu;
- En Final Fantasy XIV, donde Tsukuyomi curiosamente sirve como una batalla de jefes primarios femeninos;
- En Chou Super Robot Wars, donde Tsukuyomi es tanto una deidad como un mecha creado por los adoradores de Tsukuyomi;
- Como título de un anime, Tsukuyomi: Fase Lunar. Aunque el show se llama así por Tsukuyomi, en realidad no tiene nada que ver con él.
Para enriquecer tu comprensión sobre este fascinante dios japonés, te invito a ver el siguiente video titulado "Tsukuyomi ––∈ El dios japonés de la luna", donde se profundiza en su mitología y simbolismo.
"Más información sobre Tsukuyomi, el dios japonés de la luna"
¿Quién es el dios Tsukuyomi?
Tsukuyomi, también conocido como Tsukiyomi o Tsukiyomi no Mikoto, es el dios japonés de la luna en la mitología sintoísta. Según las leyendas, Tsukuyomi es uno de los hijos de la deidad primordial Izanagi, quien lo creó al lavarse la cara tras su regreso del inframundo. Este dios es considerado un símbolo de la noche y la luz lunar, y su presencia se asocia con la serenidad y el misterio de la oscuridad.
En la mitología japonesa, Tsukuyomi se caracteriza por:
- Ser el hermano de Amaterasu, la diosa del sol, representando la dualidad entre la luz y la oscuridad.
- Su relación con el ciclo lunar, siendo responsable de las fases de la luna y sus influencias en la naturaleza.
- Algunas leyendas lo describen como un dios solitario, lo que refuerza su conexión con la noche.
¿Quién es el dios de la luna?
Tsukuyomi, conocido como el dios japonés de la luna, es una de las deidades más importantes en la mitología sintoísta. Su nombre se traduce literalmente como «el que gobierna la luna», y es considerado una figura central en la creación del mundo y en la regulación de las estaciones. A menudo se le representa como un ser elegante y sereno, simbolizando la belleza y la calma de la noche.
Este dios es parte de la tradición mitológica japonesa y se dice que es el hermano de Amaterasu, la diosa del sol. A continuación, se presentan algunos aspectos destacados de Tsukuyomi:
- Relación con Amaterasu: La interacción entre Tsukuyomi y su hermana es fundamental en varias leyendas, donde sus personalidades contrastantes representan la dualidad del día y la noche.
- Simbolismo: Tsukuyomi es un símbolo de la introspección y la conexión con el mundo espiritual, siendo asociado con la sabiduría y la calma que proporciona la luz de la luna.
- Cultos y festivales: En Japón, existen festivales dedicados a la luna que celebran la belleza y la influencia de Tsukuyomi en la vida cotidiana.
La figura de Tsukuyomi es fundamental para comprender la cosmovisión japonesa, donde la luna no solo es un objeto celestial, sino un ente con poder y significado profundo que influye en la naturaleza y en los seres humanos.
¿Qué poderes tiene Tsukuyomi?
Tsukuyomi, el dios japonés de la luna, posee una serie de poderes que lo destacan en la mitología sintoísta. Su conexión con la luna le otorga habilidades únicas, relacionadas con la noche y el tiempo. Entre sus poderes se encuentran:
- Control sobre la luz lunar: Capacidad de manipular la luz que emite la luna para influir en su entorno.
- Influencia sobre los ciclos naturales: Relación directa con las mareas y los ciclos de crecimiento de las plantas.
- Protección nocturna: Proveer seguridad y guía durante la oscuridad, simbolizando la esperanza.
Además de sus poderes relacionados con la luna, Tsukuyomi es conocido por su sabiduría y su papel en la creación del mundo. Se le atribuye la capacidad de:
- Dominar el tiempo: Controlar los ciclos de día y noche, afectando el paso del tiempo.
- Crear ilusiones: Usar su poder para confundir o engañar a sus oponentes.
- Fomentar la fertilidad: Atraer la prosperidad y abundancia a la tierra a través de su conexión lunar.
¿Quién es el dios de la luna en la mitología japonesa?
Tsukuyomi, también conocido como Tsukiyomi, es el dios de la luna en la mitología japonesa. Es uno de los principales deidades del panteón sintoísta y se le asocia con la noche y la belleza de la luna llena. Su figura es a menudo representada como un joven atractivo, simbolizando la serenidad y la calma que trae la luz lunar.
Según la mitología, Tsukuyomi es hijo de Izanagi, el creador del mundo, y su nacimiento se relata en el Koji-ki (Registro de cosas antiguas) y el Nihon Shoki (Crónicas de Japón). A menudo se le considera un dios dual, ya que su luz puede ser tanto pacífica como perturbadora, dependiendo de las creencias y tradiciones. Se le atribuyen poderes que van desde influir en las mareas hasta el control de las cosechas nocturnas.
Tsukuyomi también es parte de un triángulo divino junto a sus hermanos: Amaterasu, la diosa del sol, y Susanoo, el dios de las tormentas. Esta relación familiar es fundamental en la mitología japonesa, ya que cada deidad representa aspectos opuestos y complementarios de la naturaleza. En la cosmovisión sintoísta, Tsukuyomi simboliza el equilibrio que se encuentra entre el día y la noche.

Khadija Gibson es Diplomada de Estudios Superiores en Geopolítica, Ciencias o Humanidades y Master en Historia Antigua.
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