Lei Gong es el dios chino del trueno que castiga con su martillo a los seres humanos que han cometido actos pecaminosos y demonios malignos.
Con un martillo que utiliza para castigar a los humanos pecadores y combatir a los demonios, Lei Gong (雷公) es el dios del trueno en la mitología china.
Lei Gong es un dios temible e intimidante con la cara, las garras y las alas de un dragón. Además de su martillo, lleva un tambor para generar el sonido del trueno.
Etimología
El nombre de Léi Gōng está compuesto por el personaje léi, (雷) que significa «trueno», y gōng (公), un personaje que connota a una persona de autoridad y que suele traducirse como «señor» o «general». También se le conoce a veces como Léi Shén (雷神), que significa «Dios del Trueno», y en otros estilos de romanización como «Lei Kung».
Atributos
Lei Gong tiene un aspecto aterrador. Su piel es de color azul oscuro, y tiene rasgos de dragón, incluyendo las alas, las garras y una cara de dragón. Sin embargo, en algunas representaciones artísticas, es representado con un rostro humano.
Lei Gong sólo usa un taparrabos como ropa y usualmente lleva un tambor y un mazo que usa para crear el trueno con sus manos. A veces se le muestra sosteniendo un martillo que utiliza para derribar a los malhechores, tanto humanos como demonios.
Familia
Lei Gong está casada con la diosa del trueno, Diàn Mǔ (電母), y es el hijo adoptivo del Rey Wen de Zhou(周文王), que era de la ciudad de Leizhou. También tiene un tío llamado Fēngbó (風伯), que es el dios del viento.
Lei Gong tiene dos asistentes que lo apoyan a él y a su esposa durante sus hazañas tormentosas.
Ellos son Yúnzhōngzǐ (雲中子), un joven que tiene el poder de generar nubes, y Yǔ Shī (雨師), una deidad menor que crea la lluvia sumergiendo su espada en el agua y permitiendo que las gotas caigan sobre la Tierra.
Mitología
Lei Gong no sólo era uno de los dioses chinos de aspecto más extraño, sino que también tenía una de las historias de origen más peculiares. En la antigüedad, Lei Gong era muy venerado y temido por su papel como precursor de la justicia.
Orígenes
Un día, el señor de la guerra, el Rey Wen, estaba cabalgando por el bosque en una cacería con su afortunado perro de nueve orejas. Mientras avanzaban por el sendero del bosque, las nueve orejas de su perro se movieron y comenzó a patalear furiosamente en el suelo. El perro descubrió un pequeño huevo escondido en un montón de hojas.
Cuando el rey Wen recogió el huevo, la cáscara se rompió y un niño adulto salió del huevo roto. Pero claramente no era un niño ordinario.
Tenía piel azul oscura, un pico, garras y un par de alas. Tenía el carácter léi (雷), que significa «trueno», escrito en una palma y zhōu (州), que significa «estado», en la otra. Como importante líder político sin hijos, el Rey Wen comprendió inmediatamente que este extraño niño fue enviado por los dioses para ser su hijo. Un espíritu femenino descendió entonces del cielo para cuidar de Lei Gong y cuidarlo hasta que llegara a la edad adulta.
Como hijo adoptivo del Rey, Lei Gong disfrutó de varios puestos elevados en la política e incluso fue gobernador. Se decía que Lei Gong alcanzó la inmortalidad al encontrar y consumir un melocotón perdido de la inmortalidad que fue robado del cielo y extraviado por un travieso demonio zorro.
Lei Gong y su martillo
Como miembro de la corte imperial del Emperador de Jade, a Lei Gong se le dio la responsabilidad de vigilar las injusticias que ocurrían en la Tierra. Un día, cuando el Emperador de Jade miraba al Reino Medio desde su trono en el Cielo, vio a dos ladrones aprovechándose de un vendedor ciego.
Envió a Lei Gong, armado con un tambor y un martillo, para que se encargara de la situación.
Cuando Lei Gong se encontró con los ladrones, tocó su tambor tan fuerte como pudo para advertir a los hombres que dejaran en paz al vendedor, pero ellos se negaron a prestar atención a su advertencia. Frustrado, Lei Gong recurrió a su martillo y golpeó a los ladrones hasta matarlos.
Los aldeanos estaban conmocionados y asustados por la repentina y aparentemente aleatoria muerte de los ladrones. Desde entonces, los aldeanos entendieron el sonido del trueno como una advertencia directa del Cielo para evitar un comportamiento inmoral y corrupto.
Cultura pop
Aunque Lei Gong es un dios chino menor, todavía es adorado regularmente por los practicantes. Tiene la reputación de ser un despiadado juez de carácter, y no es raro ver un santuario con ofrendas dedicadas a él en los templos chinos.
Lei Gong también desempeña un papel importante en la novela china del siglo XVII, Fēngshén Yǎnyì (封神演義), o La Investidura de los Dioses, como el personaje Léizhènzǐ (雷震子), cuya historia está estrechamente relacionada con el mito de Lei Gong.
Khadija Gibson es Diplomada de Estudios Superiores en Geopolítica, Ciencias o Humanidades y Master en Historia Antigua.
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